martes, 29 de abril de 2008

HOY QUIERO IRME DEL MUNDO




Hoy es uno de esos días en los que quiero irme del mundo. Es uno de esos días en qué todo me satura, necesito pensar, necesito estar tranquila, necesito estar conmigo, preciso la soledad, estar en ninguna parte, fuera de todo.

Es uno de esos días en que todas las influencias externas me inundan, me absorben, me quitan energías, es uno de esos momentos en los que requiero tomar decisiones escuchándome sólo a mi, me preciso y no me encuentro. Qué difícil abstraerse, qué imposible escuchar el silencio en mi cabeza sin ver caras, recordar consejos, sentir miradas aprobando o desaprobando.

Escucharme sólo a mi. No consigo atenderme, sentirme, percibirme, a veces creo que es conmigo con la única persona que no soy capaz de hacerlo. Yo, conmigo, sin ti, sin él, sin ella, sin nadie, conmigo. Si no me siento, si no me oigo, no sabré qué quiero y tomaré decisiones en función de lo que determinan mis circunstancias. ¿Podré desvincularme de ellas? No quiero sentirme un robot, predestinado por el mundo en el que vivo, programado para hacer felices a los demás, programado y enseñado hasta el punto de no saber si lo que siento lo siento por mí o porque es lo que me han contado que debe emocionarme.

Hoy es uno de esos días en los que necesito escarbarme, y buscar dentro de mí, buscarme y encontrarme, encontrarme y conocerme, conocerme y aceptarme, aceptarme y quererme….pero amar a quien verdaderamente soy y no lo que el mundo ha determinado que yo sea.

sábado, 19 de abril de 2008

TUS BESOS SON TUS BESOS


Tus besos son tus besos porque son tuyos. Te pertenecen a ti, son tuyos. Si decides compartirlos conmigo o regalarme alguno, seguirán siendo tuyos, aunque me encante que lo hagas.

Tu y yo, a pesar de lo que dicen no somos uno, somos dos. Sumamos y no restamos. Nos amamos y compartimos pero no nos reducimos. Tenemos tres espacios entre los dos: el tuyo, el mío y el nuestro. ¿No es mejor que compartir un solo espacio?

El amor, amar, querer… ¿quien nos han enseñado esa forma limitante y reduccionista de amar? ¿Quién se empeñó en que existían las almas gemelas y las medias naranjas? Obligándonos así a desechar a todos los amores que no son el último, el que supone la esperanza de ser el definitivo.
¿Cuántos amores perdemos en el camino si sólo es válido el último?, el que tiene la posibilidad de durar eternamente.

Me quedo con una frase de Ismael Serrano “El amor es eterno mientras dura”. Puedo amar a muchas personas y a cada una de ellas con la intensidad de un amor eterno, aunque termine. Sólo así disfrutaré de las relaciones, aprenderé y creceré con ellas. Si vivo pensando en lo que puede llegar me perderé muchas cosas.

Yo soy una, no media, enterita, no me falta nada, no necesito un hombre que me complete, sino uno que me acompañe. No necesito que rellenen mis huecos, de eso me encargo yo, y sólo cuando estos estén completos seré capaz de amar. Amar porque quiero, no porque lo necesito. Mirar a los ojos a alguien sabiendo que no me necesita y que no lo necesito y que eso, lejos de darnos miedo, nos da alas.

viernes, 18 de abril de 2008

ROSARIO, LA DINAMITERA



Ha fallecido un ejemplo de mujer, una muerte que quizás pase sin pena ni gloria para la mayoría pero que a mí me ha conmocionado. Rosario, contigo muere una generación de mujeres luchadoras, mujeres que dentro de un ambiente hostil, decidieron reivindicar sus ideas porque hacerlo era la única opción que tenían de participar en la toma de decisiones. Si no hubieras tomado parte de ellas, la vida de las mujeres españolas no sería la misma y tu ejemplo no me daría como lo hace la fuerza para creer en que todo es posible y que el cambio hay que lucharlo. Rosario, te alistaste voluntaria para combatir las tropas fascistas, a pesar de que ese no era un sitio para las mujeres, no te amedrentaste, no te creíste lo que las falsas voces andrócentricas y machistas decían: “es natural de las mujeres y pertenece a su biología, el estar en casa y cuidar a su familia”. Perdiste tu mano en el frente luchando por la libertad de todas las personas. Qué grandes amigos tuviste, Ortega y Gasset, Vicente Aleixandre y Miguel Hernandez que te dedicó un poema, te recuerdo la última estrofa:

Rosario, dinamitera,puedes ser varón y eres la nata de las mujeres, la espuma de la trinchera. Digna como una bandera de triunfos y resplandores, dinamiteros pastores, vedla agitando su aliento y dad las bombas al viento del alma de los traidores.

Que sepas estés dónde estés que contigo muere un ejemplo de vida, de lucha, de amor a las ideas, de valentía, de tesón. Te admiro por cómo fuiste y cómo actuaste y sólo porque mujeres cómo tú han existido yo tengo fuerzas para seguir luchando por lo poco o mucho que queda por hacer. Para mí será más fácil, gracias a ti y a otras cómo tú. Termino este ínfimo homenaje, sabiendo que te mereces mucho más y haciéndome eco de tus palabras:

“La mía ha sido una vida dura y valiente, porque si no le hubiera echado agallas no sé qué habría sido de mí"

Estas palabras las pronunciabas cumplidos ya los 86, edad en la que nos dejas. Tu lucha dices que ha merecido la pena, lo suscribo, ha merecido la pena porque eres un ejemplo para las personas que conocemos tu historia. Historia que pase lo que pase y a pesar de tu muerte siempre seguirá viva.

Gracias Rosario, siempre serás Rosario la dinamitera….

UTOPÍA


En un mundo de vaivenes, de miserias, de recalcitrantes poderes corruptos que ensucian la libertad individual y atribuyen a unos pocos las decisiones que afectan a muchos, comienzo el camino hacia Utopía cargada de idealismo y con el protestón derecho a la pataleta que tenemos las personas que nos cuestionamos nuestra estancia en la vida. Las personas que decidimos decidir, o al menos ser conscientes de que somos, de que estamos, de que somos lo único que nos pertenecemos si tomamos conciencia de que la libertad es una utopía. Utopía necesaria y que nos pone de frente a la realidad, realidad que pone de manifiesto la imposibilidad de materializarla y esa imposiblidad nos hace más fuertes para luchar por su consecución, una imposiblidad que lejos de adormecernos nos despierta con fuerzas para caminar hacia ella, probablemente no lleguemos pero habremos caminado con la satisfacción que produce estar en el camino, saber que existe un camino…si tuviera un final dejaría de ser Utopía.