Jugamos al escondite con canas,
lúdica estampa que nos transporta.
Risas contenidas por las riendas de la madurez
Risas contenidas por las riendas de la madurez
que escapan entre los dientes
con el loco frenesí de lo que fue,
no es y se recupera a pedacitos.
Corremos con el arrebato nervioso
Corremos con el arrebato nervioso
que ofrece la hora del recreo
cuando el patio espera lleno de gaviotas.
Derribadas por la niñas que fuimos
Derribadas por la niñas que fuimos
caemos en la arena,
ya me sacudiré las experiencias y los granos
pero ahora es mi momento.
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