Me voy con el ejercicio consciente de cargar una maleta vacía.
Espero, a mi regreso, facturar el exceso de colores, belleza, magia y sonrisas.
Pagaré gustosa la abundancia si me tatúa en los labios una sonrisa que perdure,
sólo, hasta el próximo sortilegio.
Espero, a mi regreso, facturar el exceso de colores, belleza, magia y sonrisas.
Pagaré gustosa la abundancia si me tatúa en los labios una sonrisa que perdure,
sólo, hasta el próximo sortilegio.
1 comentario:
¡Qué susto!
Creí que te habíamos perdido para siempre. Pero no, aquí estás, menos mal.
Ahora mismo acabo de llegar del trabajo (el verano está siendo duro, aunque con recompensas, ya te contaré) y acabo de descubrir de nuevo tu blog.
Y como veo que está cargadito de nuevas entradas prometo, poco a poco, ir leyéndote.
No te impacientes, habrá un post para cada entrada.
Rosita y yo sentimos mucho no poder ir a la cena filológica (este maldito bar nos va a matar) pero las ganas las conservamos.
Bueno chochete, que voy a descansar un poco, que mañana de nuevo hay currelo.
Lo dicho, prometo leerte y escribirte, así que no lo dejes.
BESIIIIIIIIITOOOOOOS
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