jueves, 31 de julio de 2008

EL CIELO DE CÁDIZ NO TIENE ESTRELLAS PERO TIENE ALGO...


Una copa ataviando el coloquio
La noche que despierta llenando el aire de reflexiones
Entregada a los verbos cálidos que se funden con el hielo
Pletórica de pensamientos que bailan con las burbujas del refresco
Una mirada, la mía, tratando de tejer una madeja cómplice que te traduzca mi entusiasmo.
Un encuentro casual e inesperado, lleno de misterio porque antes que a ti, te conocí a ti a través de tus letras.

GLORIA, TU TERNURA INFINITA ME HACE LLORAR DE EMOCIÓN CADA VEZ QUE ME ENCUENTRO CONTIGO, CON TUS LETRAS...


YO ERA CAPERUCITA

Un día que tenga tiempo
os contaré la aventura de mi infancia
con el lobo Franco

Yo era una caperucita roja en zona roja.
El lobo Franco se enteró de que en mi cestita
no llevaba solomillo y queso para mi abuelita
y al ver que llevaba libros y poesía,
mandó su jauría
y me detuvo en la Gran Vía.
los criados del lobo
me metieron en prisión,
me mordisquearon a gusto,
por poco me muero de susto.

En el bosque de cemento
pasé un miedo atroz.
Yo era una caperucita roja
y “el Franco” un lobo feroz.

ME DIJO UN SUFRIDOR DE AMOR



*

No me dolío tu bofetada,
me hizo daño el injusto pensamiento
que te hizo mover el brazo
y descargarlo sobre mí.


CUANDO TE NOMBRAN

Cuando te nombran, me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira que media docena de letras digan tanto.
Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
- siempre dice lo mismo- dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
- los jueces y los santos no van a entender nada-
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.

REFLEXIONES AL VIENTO (I)


El ser humano me maravilla cada día. Cómo funcionamos, cómo nos movemos, cómo actuamos. Siempre hay algo que me fascina, hoy estaba pensando que nos sentimos seguros cuando olemos la inseguridad, del mismo modo que cuando olfateamos la seguridad, ésta nos postra ante la duda y nos colma de incertidumbre y preguntas sobre uno mismo.

De alguna manera percibo lo efímero y postizo de la seguridad, convicción vacilante que titubea dependiendo de quien tengamos delante, observo lo necio de la confianza, el infantilismo que supone la búsqueda de la certeza.

¿Es real que nos afirmamos ante la duda de las otras personas? ¿Nos produce confianza observar la oscilación? ¿Sólo nos confirmamos frente al otro? ¿Sólo nos definimos porque podemos compararnos?

miércoles, 30 de julio de 2008

"EL JUEGO DEL AMOR"



Ayer vi una película muy bonita, una de esas películas que sin tener un argumento impresionante está llena de buenos diálogos e invita constantemente a la reflexión. Película que recomiendo: “El juego del amor”.

Comienza la película introduciendo la idea del amor en términos mitológicos. Cuenta la leyenda que los dioses estaban aburridos y decidieron crear al ser humano para divertirse, como no resultaban lo suficientemente amenos inventaron el amor, cuando vieron como desarrollaba decidieron vivirlo ellos mismos y se vieron obligados a crear la risa para poder soportarlo.

En este marco se desarrollan varias historias que no contaré para no estropear la película pero sí comentaré algunas de las reflexiones que más me gustaron.

En primer lugar exponen que el amor es la fuente de todos los conflictos del ser humano, se relacionan, sufren, lloran, no se cumplen expectativas, se producen engaños, mentiras, renuncias, etc. Yo me pregunto, esa fuente de conflictos ¿es el amor o la manera que nos han enseñado a vivirlo? ¿será la manera en la que se desarrollan las relaciones monógamas basadas es el sacrificio mutuo, en la renuncia por amor, en estar todo el tiempo al lado del ser amado, en la incondicionalidad y la generosidad de dar sin pedir nada a cambio? El amor es un sentimiento limpio, puro y sobre todo libre ¿lo vivimos bajo esas premisas o nos encorsetamos en un tipo de relación que no nos termina de agradar? Puntualizo, el amor sí nos agrada e incluso nuestra pareja ¿pero nos resulta satisfactoria la forma en la que se materializa? Sino es así ¿porqué no inventamos nuevos modelos que cumplan nuestras expectativas? ¿Por qué intentamos amoldarnos al tipo de relación peliculera que no existe y si existe en algún momento es totalmente efímera? ¿Por qué nos empeñamos en que nuestra pareja nos garantice que su amor durará siempre? Incluso si lo hace ¿qué clase de garantía es esa? ¿Qué es estar enamorado? ¿Existe un test y si cumplimos 8 de las 10 premisas lo estamos? ¿o existen tantas maneras de amar como personas hay?

En este sentido, en un momento de la película se preguntan: ¿Qué es el amor? ¿Una estrategia inventada para que traigamos hijos al mundo o lo que da sentido a este mundo que no tiene razones?

Otra reflexión interesante fue que en nuestro paso por la vida conocemos a dos tipos de personas las que cambian el curso de nuestra vida por las razones que sean y las que pasan sin pena ni gloria. ¿Las primeras son causales o casuales?

Para terminar hay un diálogo en el que habla de un Dios y se preguntan si los odia o está dormido ya que no cesan las injusticias y el sufrimiento, a esta pregunta responde uno de los protagonistas: Dios no puede odiarnos sino no nos hubiera dado un corazón tan fuerte, un corazón capaz de soportar lo más crueles caprichos del destino.

Os invito a reflexionar conmigo sobre estas cuestiones que dejo suspendidas en el aire…

ESPEJOS...


Frente al espejo, me miro, ¿me veo?
Frente a mí, llena de de miedos, ¿llena?
Con la incertidumbre que proporciona vivir a conciencia,
Con la desconfianza que produce plantearte el paseo de la vida.
Con el alma alborozada y nerviosa por saber qué me sorprenderá mañana.